veo una hoja volar, se revuelca en el aire, y siento de repente un olor nuevo, me sienta a lluvia, a cambio... será que estas aca?, será que puedo sentirte?. entonces es que presiento que jugas con mi pelo, que tu risa es fria y húmeda como este rocío. y me regocijo en este día gris, distinto al de ayer, como ninguno de esos negros, profundos y venenosos. me doy vueltas, casi giro que mis pies se separan de este suelo, de una realidad vieja. y no te encuentro, un silencio sepultral se adueña de esta alma perdida, casi que escucho un latido y a veces hasta el mismo deja de latir por miedo, por vos. y la lluvia cesa, entonces se que te vas, creyendo que te deslizas hacia el oeste, te sigo, corro, huyo de mi misma, me despido de este paisaje.
y es cuando de nuevo, se eleva junto esta ilusión una señal, y apareces, te mostras. mi felicidad descansa en paz junto a este bosque, lleno de hojas como de posibilidades, y ahora se, en realidad, siempre lo supe, que no hay otro Edén que este, el que vos elegis, aquel cambiante, fugaz, vital, refrescante. y que si yo te digo que quiero ser la sombra de esta nube?, la luz de ese rayo, ese olor después de la huida?. que me decis?, estoy con vos?.
y es cuando de nuevo, se eleva junto esta ilusión una señal, y apareces, te mostras. mi felicidad descansa en paz junto a este bosque, lleno de hojas como de posibilidades, y ahora se, en realidad, siempre lo supe, que no hay otro Edén que este, el que vos elegis, aquel cambiante, fugaz, vital, refrescante. y que si yo te digo que quiero ser la sombra de esta nube?, la luz de ese rayo, ese olor después de la huida?. que me decis?, estoy con vos?.