jueves, 30 de julio de 2009

La Puerta

Y un día, el hombre decidió acercarse a esa puerta. estaba determinado no parar hasta que le consedieran su paso. No se había armado con nada, excepto la ropa que hoy llevaba consigo.
Cuando por fín estaba delante de La Verdad, esta le negó con su presencia la entrada y le dijo: -"Caminate, acaso crees que fracasaré cediendote la entrada?, por qué te escondes?, por qué temes de aquello que pueda mostrarte?"
-"es que no me escondo, no me ves acá?, desarmado estoy, no vengo a luchar"
-"entonces con más razón mi puesto aqui es necesario", dijo la Verdad volviendo a tomar la postura que había quebrado antes de su aparición.
el caminante parado se quedó ante el malentedido de sus palabras, es que La Verdad no entendía lo que su corazón mostraba. tendría que esforzarse un poco más para ganarse su confianza y así lograr su propósito.
Mirando al cielo, deseó que de su boca salieran las palabras exactas para no engañar a la Verdad. estuvo callado y pensativo algo que pareció una media hora. y finalmente se hizo eco lo que al fin y al cabo le salía: -"tal vez no haya comprendido, pero hace tiempo que busco esta puerta, muchos conocidos han fracasado ante ella, y a veces por miedo, preferí ocultarme en la fantasía que me han inventado", hizo una pausa, se arregló el pelo y continuó, -"no me juzgue de conformista, pero usted entienda que vivimos en tiempos dificiles, y si uno no sobrevive, pues a veces eso implica ocultarse y mejor no discutir sobre ello".
La Verdad seguía mirando fijamente al caminante como si este fuera a aliviarla de sus principios, es que en parte, ella sentía y sufría como aquel. Su vida había estado destinada a cuidar y proteger esa puerta de corruptos y mentirosos. Un destino trágico y tedioso. pero si algo había aprendido después de tantos años era que no podía fracasar. Se comentaba que detrás de esa puerta había cosas que ningún hombre podría superar, y una vez que se abriera el paso, su suerte estaba hechada, pues solo había un único final.
El caminante se quedó esperando una respuesta, o tal vez el silencio era su mejor opción. y justo cuando creía que finalmente era lo único que iba a obtener de La Verdad, ésta rompió el silencio, -"se me ha instruido no permitir la entrada a ningún hombre, menos a usted, es que es imposible demostrar lo que hay detrás de ella si alguién ya ha sobrevivido".


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